Pensar que el 99,99% del planeta en algún momento de su historia estaba convencido que la tierra era el centro del universo y que todos los planetas, el sol y las estrellas giraban en torno a ella. Cuán lejos de la realidad estábamos, cuánto egocentrismo cosmológico padecíamos, cuánta ignorancia colectiva nos aquejaba.
Luego de varios siglos todavía existen tomadores de decisiones que piensan que la empresa (así como lo era la tierra), sigue siendo el centro del universo, incapaces de ver más allá de su realidad pequeña y cotidiana, abrumados por conseguir metas de corto plazo.
Hace 40 años la empresa era el centro del universo económico, todos teníamos que recurrir a ella para satisfacer nuestras necesidades de consumo. Estábamos gobernados por una relación B2C sin posibilidad de otras alternativas. Hoy hemos explorado el universo económico mucho más allá de las fronteras establecidas y nos hemos encontrado con nuevas relaciones comerciales como el C2C donde las personas son el centro del universo económico y las empresas giran en torno a ellas.
Los cambios son evidentes. Hoy hablamos de la Cuarta Revolución Industrial o también conocida como La Industria Inteligente, que consistente en la idea de una creciente y perfeccionada digitalización y coordinación colaborativa, en todas las unidades productivas de la economía y así maximizar la experiencia cliente.
Pero en esta columna quiero ir un poco más allá de la Cuarta Revolución Industrial. Quiero invitarlos a viajar hacia la Quinta Revolución Industrial y así alejarlos de aquellos que aún piensan que la tierra como la empresa son aún el centro del universo.
La Quinta Revolución Industrial será mucho más rápida y más escalable, y será adoptada por mucha más gente. Todas las personas en el planeta experimentarán una revolución personal. La impresión en 3D, los wearables, asistentes virtuales, robots, autos sin conductor, entre otros, todo estará disponible y hará las vidas más simples, rápidas y productivas.
Si observamos la línea del tiempo, encontramos que los procesos de mecanización de la industria textil sumado al poder del vapor marcó el inicio de la Primera Revolución Industrial. La irrupción de la energía eléctrica permitió la producción masiva de bienes, configurando la Segunda Revolución Industrial. La integración de computadoras y tecnologías automatizadas en los procesos de producción, desatando nuevos estándares de eficiencias hizo que habláramos de la Tercera Revolución Industrial. Hoy, la convergencia de las principales tecnologías conectadas a internet (internet de las cosas, computación en la nube, big data, robótica e inteligencia artificial) está impulsando la Cuarta Revolución Industrial conocida también como la Industria 4.0. y que hoy tiene a muchos hablando de la Transformación digital. Durante la Cuarta Revolución Industrial, los límites entre el mundo real, el mundo virtual y las máquinas se están desmoronando, centrándose en los dispositivos de conexión vinculados al Internet de las Cosas.
Los actuales avances en Inteligencia Artificial y Computación Cognitiva están haciendo que los sistemas puedan analizar datos en tiempo real para completar funciones más complejas, asociadas a la resolución de problemas, que en el pasado se creyó que eran el dominio exclusivo de la mente humana, como también se creyó en algún momento de nuestra historia que la tierra era el centro del universo. Lo cierto es que estamos en presencia de etapas iniciales de una Revolución Industrial 5.0, lo que en palabras simples implica una mayor y estrecha colaboración entre las tecnologías inteligentes y los seres humanos y no la sustitución de este último. La nuevas tecnologías inteligentes presentarán a las personas distintas opciones factibles, para así guiar sus decisiones sobre cómo proceder de la mejor manera. En este Entorno 5.0 de colaboración entre personas y tecnologías inteligentes, todos los procesos se ejecutarán más rápido, las decisiones serán mejores y los resultados serán mucho mayores.
¿Cómo deberá ser la Empresa 5.0? Lo tradicional siempre se ha enfocado en comprender al cliente. En la Empresa 5.0 será imprescindible escuchar y entender a su personal y su relación estrecha con las tecnologías inteligentes disponibles. Las Empresas 5.0 deberán experimentar de manera continua, diseñar y probar diferentes formas de hacer las cosas. La Empresa 5.0 necesitará una infraestructura ágil para enfrentar los cambios cada vez más vertiginosos que impone una sociedad hiperconectada con gran capacidad productora de big data.